«El espíritu crítico, creo, explica cómo Colombia se ha convertido en el centro histórico de la innovación y el centro de las miradas internacionalmente, por factores como la insistencia en la paz, en los destacamentos deportivos y de belleza; explican que hay una luz de progreso. Como afirmaba el filósofo británico Karl Popper, la ciencia progresa ante todo en países de occidente porque cualquier hipótesis científica se somete inmediatamente a una crítica acalorada que o bien la refuerza o bien la sustituye por una hipótesis más persuasiva. En cambio, en el ámbito islámico o confucianista, a todos se les pide, o se les exige, que acepten un modelo inicial que se supone que es perfecto, de origen coránico para los musulmanes o protohistórico para los confucianistas.
En estos dos casos, la Edad de Oro se sitúa en el pasado, mientras que en países como Colombia que es el reflejo de lo que sucede en Occidente la época dorada pertenece al futuro. (…) Si admitimos que el futuro pertenece a los innovadores, resulta que hoy día Colombia es visto como un país de Futuro, acaba el país de ser honrado con la distinción del Premio Nobel, no solo en cabeza del Señor Presidente la República, sino en el de todos los colombianos, porque todos apostamos a una paz posible en el cercano tiempo.
Está demostrado que en todos los lugares donde la opresión política, religiosa o étnica disminuye, el espíritu crítico se impone y propicia el progreso de las sociedades. Como Colombia ha despertado y se ha manifestado no que está en contra de la Paz, sino por el contrario que tanto unos como otros ven posible una Paz ajustada a las necesidades actuales y eso es esperanzador para llegar a un acuerdo posible pronto.
Colombia y la región Atlántica y del Caribe vienen sufriendo adaptaciones y actualizaciones que con excepción de Cuba o Venezuela, se podría decir que existe una planimetría democrática en la Región. A pesar de un subdesarrollo muy sufrido por américa latina en todo el Siglo XIX y XX; el Siglo XXI asoma como una esperanza de superación de esos terribles años casi de anarquía vividos en este lado del Atlántico y del caribe, sin lugar a dudas Colombia un protagonista de primera línea en esos vientos de cambio y resolución. Está claro que ni el populismo ni falsas ilusiones del nacionalismo, pueden detener esa apertura tanto democrática como económica que vive Colombia, es decir occidente mismo.
Al escuchar al Premio Nobel; Vargas Llosa, (1) podemos decir con claridad que nos esperan años venturosos, pero no ajenos a dificultades por superar, como la corrupción y la falta de gobernanza en muchos lugares, donde la ausencia del Estado, sigue siendo el gran tropiezo para el ingreso a un mundo civilizado, igualitario y verdaderamente democrático.
Sin embargo, otras regiones del mundo civilizado, comparten índices de progreso y esperanza. La India, que en 1950 era la nación más pobre del mundo, en tan solo 40 años, ha logrado sobreponerse a pesar de la gran influencia religiosa, a la marcada pobreza, reduciéndola a un solo dígito; e incursionando en campos científicos y de progreso como la Industria cinematográfica, donde seis de cada diez producciones mundiales, tienen el sello de esta nación asiática.
Igualmente Japón y Corea del Sur, comparten el liderazgo en cuanto innovación y perfeccionamiento de tecnologías; esto es tan evidente que de un trimestre a otro; un electrodoméstico o un computador personal, pueden ser catalogados como obsoletos o desactualizados. Y si bien, son naciones del otro extremo del mundo, con una cultura milenaria y difícil de entender y contemporizar, si es posible contextualizarla a través de la tecnología. Lo que hace verdaderamente libres a los hombres de hoy; es el acceso a las comunicaciones y a los servicios tecnológicos.
La Universidad de los Andes de Bogotá, en su Revista Estudios Sociales de diciembre de 2005, (2) hace un enfoque acerca de la importancia de la Tecnología como partidor de paradigmas y estigmas entre Norte y Sur; la gran complejidad para entender el freno al desarrollo.
Es por ello que el reto para Colombia, será ser más influyente cuando comprendamos que nuestras limitaciones son solo de tipo geo mental e históricas; ya que poseemos todo el potencial y herramientas para contribuir a participar de un mundo globalizado pero igualitario a través de la educación, la tecnología y el acceso a servicios esenciales; que son el pilar de las sociedades completas.
Si la antigüedad sobresalió por sus maravillosos imperios; la modernidad dejará su huella, precisamente por el acceso igualitario a los servicios básicos; y como retribución a esa sociedad; el desarrollo nacido de una democracia sólida, participativa, transparente y con una influencia clara de su modo de gobierno.
Queda planteado el reto; para contribuir a esa sociedad colombiana pacífica, progresista, soñadora; es decir; una Colombia posible.
______________________
1 “Lo sorprendente es que, pese a la violencia política, Colombia sea uno de los países que tiene una de las economías más prósperas en América Latina y donde la guerra civil no ha desmantelado el Estado de derecho y la legalidad, pues las instituciones civiles, mal que mal, siguen funcionando. Y es seguro que un incentivo importante para que operen los acuerdos de paz es el desarrollo económico que, sin duda, traerán consigo, seguramente a corto plazo”, Mario Vargas Llosa, columna
publicada en EL PAÍS, Madrid (España), 18 de septiembre de 2016.
2 ‘Anotaciones para una agenda de investigación sobre las relaciones tecnocientíficas Sur-Norte’, Alexis De Greiff y Mauricio Nieto. https://revestudsoc.uniandes.edu.co/index.php/es/revista-no-22