Nigel Farage, Boris Johnson, Donald Trump, Rudy Giuliani, Álvaro Uribe, Alejandro Ordoñez. ¿Qué tienen estos nombres en común? Piénsalo sin complejos ni acusaciones pendencieras.
Yo voy primero para que veas que no es complejo: Todos son hombres. Una menos obvia, son buenos ganando elecciones, son ganadores. Piensa tú, dime tú una. Ok, te mando otra, todos tienen posiciones fuertes con respecto a algo, ninguno de esos nombres puede ser catalogado como tibio ¿Cierto? Avancemos en otro nivel de análisis, estos señores tienen un claro discurso populista, tanto en su forma de defender y proponer esas posiciones que acordamos “no son tibias”, como en el contenido de dichas ideas; pero ya abordaremos el contenido, por lo pronto, permanezcamos en su forma de hacerlo.
Todos estos caballeros usan un lenguaje claro, básico, ordinario, mundano, para plasmar sus ideas. Nunca ves de ellos discursos metafísicos ni altamente cargados de metáforas, son claros y si me permites, simplifican más de lo debido sus posiciones en los temas que defienden. Casi todo nos lo muestran en blanco y negro, su posición y “la otra”, ellos y “los otros”. Pienso que hasta acá he sido justo ¿No?
Sigamos. Sus ideas. Recuerda que hablamos de lo que tienen en común. En tu opinión ¿Qué coincidencias encuentras en sus ideas? Voy a ser tibio y decir que ninguno de ellos es liberal de pensamiento, convengamos en que no son estandartes del progresismo ¿Cierto? De hecho, cada uno de ellos representa partidos que abiertamente se admiten conservadores.
¿Qué más? Bueno, yo creo que es seguro decir que estos señores tienen muchos contradictores, entre ellos, los encuestadores, los medios masivos en su mayoría, en gran medida los intelectuales y las minorías y/o grupos particularmente vulnerables, son algunos de los que se me ocurren de primerazo. ¿Por qué? Bueno, en mi no tan humilde (pero humilde) opinión, considero que estos señores se apalancan en sentimientos de miedo, opresión, odio, racismo, homofobia (cada uno es experto en una o varias de estas) que muchas personas sienten, para establecer sus plataformas políticas. Es muy raro verlos apelando a la bondad humana o esparciendo sentimientos como esperanza, amor, inclusión, etc. Y eso es muy complicado por muchas razones, pero principalmente, porque les da elementos a las mayorías, que en muchos parajes de la historia han sido opresoras y legitima sus miedos, su estilo de vida ¿Y qué hacemos con “los otros”? Según la policía del Reino Unido, por ejemplo, los crímenes de odio en contra de minorías han incrementado en un 58% desde la votación del Brexit, Time reporta que ha habido un aumento de casi 400% en líneas de ayuda para población LGBT en los Estados Unidos desde la elección de Trump; y en un colegio de primaria en un pueblito de Michigan (EEUU), días después de la elección en “la tierra de los libres”, los niños blancos les gritaban a los latinos: ¡Construyan el muro! ¿Cómo te parece? Estoy seguro que todo esto te debe parecer terrible, pero puede que pienses: Ok, eso es allá, acá es diferente.
Acuérdate. En Colombia Alejandro Ordoñez promueve marchas en contra de derechos civiles y Uribe les decía a las mamás de unos jóvenes asesinados por el ejército: “De seguro esos muchachos no andaban recogiendo café” Nunca “los otros” importan tanto como “nosotros” y últimamente “ellos” o “nosotros” (yo ya ni sé a qué categoría pertenezco) están ganando y tristísimamente eso significa que “los otros” están perdiendo. Y ahora ¿Quién podrá defendernos?
Disculpa la actitud lamentera de mi columna, si aún sigues leyendo, no quiero que te contagies de pena, pero ¿Qué hacemos entonces? Piensa, ayúdanos ¿Qué se te ocurre? Sea lo que sea que estamos haciendo no parece estar funcionando. Yo creo que Facebook se nos quedó chiquito ¿No te parece? Compartir este y otros artículos con tus amigos no es suficiente. Puede que ayude (y te invito a hacerlo), pero falta más, ese no puede ser todo nuestro esfuerzo
Te propongo que hagas algo diferente, sal de tu zona de confort y cambia la estrategia, inviértele más al cambio que quieres generar. Si tienes tiempo, sé voluntario, si no te da el tiempo, dona a organizaciones que promuevan ese cambio, si quieres ser más radical, dedícale todo tu tiempo y haz de tu vida tu misión y demostrémosle a estos señores que aquí seguimos, acá estamos, y que no se van a librar de nosotros así de fácil.
¿Estás conmigo? Amor y paz.