En la vida, las personas tenemos múltiples maneras de construir escenarios de paz, contribuir y sembrar en las diferentes comunidades donde nos movemos semilleros de convivencia armónica y de desarrollo.
Cada uno puede interiorizar su contribución a la paz y rescatar aquellas con las que puede generar mejores condiciones de vida. Asumir estas actitudes es una decisión personal y de conciencia individual, influye naturalmente el entorno, pero cada ser es único y tiene la posibilidad de elegir actuar en favor de ella.
Algunas de estas actitudes son:
Saludar y comunicarnos mirando a los ojos del interlocutor.
Evadir a quien quiere indisponer.
Mediar para lograr la reconciliación entre dos personas.
No responder a las provocaciones.
Enfocarse en lograr los objetivos sin herir a los demás.
Tener lo necesario y compartir aquello que ya no se usa.
Respetar la opinión de los demás.
Exponer las ideas con argumentos evitando ofender o difamar a los demás.
Proponer ideas y actos que permitan la solución de conflictos.
Concentrarse en los asuntos particulares y no intervenir o irrumpir en la intimidad de otras personas.
Hacer equipo para trabajar por causas nobles que contribuyan a ayudar o proporcionar bienestar a los demás.
No ser indiferente al sufrimiento de otros.
Pensar y actuar en pro de causas humanitarias.
Defender la justicia y la equidad entre las personas.
Enfocar nuestros pensamientos en ideas positivas.
Creer y soñar con un mundo cada vez mejor, no dejarse llevar por el pesimismo, la incertidumbre o el escepticismo.
Rescatar de la historia las soluciones que dieron lugar a la construcción y evolución de mejores sociedades.
Alimentar el espíritu con mensajes proactivos y altruistas.
Dar a cada situación de la vida el justo valor sin apasionamientos que deriven en acciones violentas.
Cultivar los valores que incentiven la bondad y todas sus manifestaciones.
Tomar conciencia de que en cada ser humano habita un semejante que merece las mismas oportunidades y el mismo respeto.
Reconocer los valores de los demás y enseñar a los niños a encontrar en los demás esas cualidades dignas de imitar.
Reaccionar con sensatez ante cualquier eventualidad, brindando servicio y apoyo a los más vulnerables.
Unirse y trabajar por las causas justas.
Respetar los espacios, la cultura, las creencias e intimidades de las personas. No discriminar.
Disculpar, reparar y ofrecer disculpas.
Reconocer los errores, cambiar y enrutar la vida con nuevas actitudes proactivas hacia el ambiente reconciliador y esperanzador que ofrece la paz.
¿Qué tanto de ellas pongo en práctica? ¿Soy un puente para la paz? ¿Cuáles debo adoptar para contribuir al ambiente de paz que reclama mi país y mi comunidad? Otros
…Propóngalos.