Una estrategia que está impactando la paz de Colombia.
“Necesitan los muertos para justificar los actos de guerra,
necesitan la guerra para justificar su política y
necesitan la política para perpetuar su impunidad”
Jaime Garzón
Ayudar podemos hacerlo de diferentes formas, existen organismos (como la Cruz Roja y el Programa Mundial de alimentos, la Unicef” entre muchos otros) a través de los cuales se puede hacer llegar la ayuda solidaria, no es necesario exponer la tranquilidad del país para abanderar una causa ajena, muy triste si, pero de la cual quieren sacar provecho otros exponiéndonos a una situación vulnerable de un inminente enfrentamiento bélico con las terribles consecuencias que ello significa.
Colombia viene brindando su apoyo y soportando las consecuencias del impresionante desplazamiento que la situación del vecino país ha generado, pese a sus complejos y también difíciles problemas que vive y que parece, que ante la visibilidad mediática que ha despertado el conflicto venezolano, han perdido interés.
Tomar una posición que no nos corresponde ha incrementado los efectos adversos, el cierre de la frontera y con él, el de las relaciones entre los dos países tiene a los habitantes en un colapso económico y social crítico, acrecentando con ello, la terrible y lamentable situación de unos y otros.
Y, mientras tanto, la atención a los problemas internos como los que se viven en los departamentos de Guajira, Putumayo y Chocó, por mencionar solo algunos, continúan a la espera de ser atendidos y solucionados, quizá porque ellos no atraen el interés de los medios de comunicación o porque con ellos se beneficia la corrupción y resultan convenientes para aquellas personas a quienes no les importa causar daño o afectar a sus semejantes con tal de mantener un terreno vulnerable propicio para alcanzar sus propósitos.
Que no reclamen, que es populismo, que no se acuerden del escandalo de corrupción, que se diviertan y reflexionen a la vez, en definitiva, que distraigan su atención sobre lo realmente importante. Necesitamos sobresalir a costa de este problema y que nos den palmaditas para quedar bien con el concierto internacional de nuestro interés, pareciera la intensión que motiva las acciones y no el colaborar eficientemente con las personas inocentes víctimas de esta situación.
Venezuela es la llamada a resolver su situación, no otros países, decidir su futuro e impulsar las acciones que los lleven a alcanzar el cambio que necesitan es su responsabilidad. Abanderar su causa no puede ser iniciativa de otros, quienes pretenden con su intervención tomar ventajas de una difícil situación que esta afectando la humanidad y dignidad de un país caído en desgracia.
Cuidar la situación alcanzada, luego de 50 años de violencia durante los cuales hemos vivido las peores experiencias de sufrimiento y dolor se hace necesario. El apoyo a los hermanos no puede dar lugar al retroceso a una situación de guerra en la que generalmente sufren los inocentes y se afectan personas ajenas a los conflictos originados por otros.
Colombia como país en la búsqueda de una paz duradera que le permita construir un mundo nuevo para sus habitantes requiere de la protección de su situación al punto de que las soluciones a sus necesidades (salud, educación, bienestar, entre otros) no pueden ser vistas como pendientes sino como prioridades.