A lo largo de los siglos, la humanidad ha experimentado una serie de situaciones catastróficas que ha provocado cambios importantes para las sociedades que los padecen y que inciden en sus formas de interactuar.
La propagación del Covid-19 generó una enorme conmoción en todo el mundo, pues aún con todas las medidas precautorias que cada gobierno adopta para mantener su seguridad, ninguno se había preparado para sostener a toda su población en ‘estado de cuarentena’, con fracciones horarias reducidas en las que se pueda comprar comida e implementos de primera necesidad.
Estas medidas extremas no sólo han evidenciado las falencias administrativas de los Estados, sino también las formas en que las relaciones entre individuos se tensan frente al encierro. Las situaciones de violencia y transgresiones se han convertido en cuestiones diarias, razón por la cual se han incrementado los casos de violencia intrafamiliar y vulneración de derechos de los más pequeños, no sólo de forma física sino también psicológica y emocional.
Muchas relaciones entre padres e hijos no son una excepción en el decaimiento de las redes de interacción, si bien la problemática de obstrucción de vínculos parentales del padre o madre que vive con los hijos, hacia el padre o madre que asumió el rol de visitante –como consecuencia posterior a la ruptura de una relación de pareja– no se ha tipificado como un delito, por lo que las medidas sanitarias de prevención se han utilizado para la radicalización de estos procesos de obstrucción.
Varios de los padres que tenían dificultades para ver y convivir con sus hijos antes de la propagación de Covid-19, por circunstancias particulares a cada proceso de ruptura, a la fecha han perdido todo contacto con sus hijos, pues las vías de comunicación digital como las llamadas, video-llamadas, chats, entre otras, también se han dejado de lado, incluso dentro del margen de tiempo destinado para visitas, excluyendo casi en su totalidad a los padres visitantes de la vida de sus hijos, según cuentan algunos padres que se remiten a la página de apoyo 'Hijos huérfanos de padres vivos'.
Por el contrario, las medidas para reestructuración del sistema de pensiones alimenticias dada la creciente crisis económica que experimentan ciertas familias, se han discutido de forma que no se generen disminuciones independientemente de la condición económica del padre o madre alimentante, ampliando así la brecha de la problemática entre los padres, hecho que repercute directa e indirectamente sobre los hijos.
Situaciones como estas se repiten continuamente, desde antes de la pandemia, ciertamente en nombre del “Interés Superior de los Niños y Niñas” se han desarrollado normativas con sesgos y vacíos legales que se han centrado en el bienestar económico de los niños, descuidando la importancia de poner en primer plano su bienestar emocional y psicológico, además de garantizar su derecho a convivir saludablemente con ambos padres y familia ampliada.
@SamRosaNegra