Cuando se llega a Barranquilla y se escucha la bienvenida al aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz -que se encuentra ubicado en el municipio de Soledad (Atlántico)-, muchas son las personas que ignoran la historia de Ernesto Cortissoz Álvarez-Correa -barranquillero de origen judío-, pionero de la Aviación Comercial en América. Fue el primer presidente de Scadta, fundada el cinco de diciembre 1919 en Barranquilla.
El próximo ocho de junio de 2024 se conmemorará un siglo del trágico accidente aéreo del Tolima A-16, hidroavión Jumkers perteneciente a la Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo, Scadta, la que hoy es Avianca. Aquel fatídico ocho de junio fallecieron Ernesto Cortissoz, Hellmuth Von Krohn -piloto alemán- y cuatro ocupantes del avión. El accidente quedó para la historia de la incipiente aviación comercial de la época, pues fallecieron los tripulantes en su primer vuelo comercial.
El hidroavión se precipitó a tierra en el centro de Barranquilla, en la calle 40 con carrera con 41, en el patio de casa de la familia Glen. Ese día, domingo a las tres de la tarde, los ocupantes de la casa estaban adelantando una campaña Cívica por la canalización de Bocas de Cenizas, en la desembocadura del Río Magdalena. Hubo lluvia de volantes en medio de una manifestación pública ante el Ministerio de Obras Públicas de Colombia.
Fue impresionante la conmoción qué se armó por la caída del Jumkers en la ciudad y el fallecimiento de Ernesto Cortissoz, quien sólo tenía 39 años y se perfilaba como un gran líder. Pertenecía al Comité Pro-Bocas de Ceniza, lo que lo llevó a promover el vuelo de 1924 para lanzar los volantes con el objetivo de llamar la atención del Gobierno Nacional.
Ernesto Cortissoz nació en Barranquilla el 30 de diciembre de 1884. Hijo de Jacobo Cortissoz Jesurum Pinto y Julia Álvarez-Correa.
El barranquillero, a sus 13 años, fue a estudiar a Bremen (Alemania), donde se graduó con honores, apoyado por su tía Clara Álvarez-Correa. allí obtuvo el diploma Realschule y desarrolló su tesis sobre el comercio. Fue a Inglaterra a estudiar inglés y a Suiza, donde aprendió francés e italiano. Hablaba cinco idiomas. A los 22 años asumió las riendas de las empresas de sus padres, entre las que se encontraban un banco y una cervecería. Promocionaba el béisbol y las actividades culturales, pero su mayor logro fue la aviación con la creación de empresa y como accionista.
En 1908 se casó con Esther Rodríguez González, con quien tuvo siete hijos: Enrique, Clara, Cecilia, Ernesto, Fernando, Alberto y Eduardo.
En esa tragedia, a sus familiares les quedó un sinsabor. Con tristeza se recuerda que el piloto había sido un experimentado héroe de la Primera Guerra Mundial que encontró una tumba en Barranquilla.
En el Cementerio Universal se conserva un Mausoleo especial construido por Scadta para la historia y para que las generaciones venideras no olviden a los héroes de la aviación. A los tres años del accidente, en 1927, se levantó el monumento 'El Águila' en el Parque de los Fundadores de la Aviación. "Colombia agradecida a los héroes de la Aviación, 1924".
Con ocasión de la conmemoración del centenario del accidente de la aeronave Tolima, de Scadta, se realizarán varios eventos entre cuatro al ocho de julio de 2024: conversatorios, homenajes en el cementerio y recorridos por el Museo de Scadta, entre otros.
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