* Sigue sistema de recompensas, trabajo en equipo con Gobierno Nacional y operaciones diarias desde la prevención e inteligencia local.
Barranquilla | “No nos va a temblar la mano, no nos vamos a dejar amedrentar. Seguiremos llamando a los bandidos por su nombre, seguiremos ofreciendo recompensas, porque es la información otorgada por fuentes humanas la que nos ha permitido hacer más de 30 allanamientos y capturas durante los últimos meses. Barranquilla no está sola. Le estamos pidiendo el acompañamiento al Gobierno nacional y este ha manifestado que nos lo otorgará”, afirmó el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo.
La semana pasada, durante la sesión descentralizada de la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, realizada en Barranquilla, el alcalde Puareejo le pidió al Ministro de Justicia y a los congresistas un mayor número de jueces penales, que son clave en la labor de judicializar a los delincuentes.
“Hablamos y trabajamos con el general del INPEC para que se asegurara de que los cabecillas que ya hemos capturado y han recibido más de 60 años de cárcel sigan en celdas de aislamiento para que no puedan seguir delinquiendo. Y lo mismo le vamos a pedir con Digno Palomino a las autoridades, que lo separen y que lo aíslen para que no pueda seguir delinquiendo”, anotó el mandatario sobre la deportación de uno de los cabecillas de las bandas, recientemente trasladado a una celda en Colombia.
En los últimos días la lucha contra la criminalidad ha dado golpes contundentes, como la captura de más de 10 personas que hacen parte de la estructura de Los Rastrojos-Costeños, que se dedicaban a la parte financiera de esta banda criminal.
“Seguiremos trabajando de la mano de la Policía, de la Fiscalía, del Consejo Superior de la Judicatura, para asegurarnos de que los entes nacionales que convergen en la seguridad ciudadana puedan llegar a Barranquilla para derrotar la inseguridad y para devolverle la tranquilidad a los barranquilleros. En esta tarea diaria no desfallecemos”, expresó Pumarejo.
Meses atrás, la Alcaldía de Barranquilla, el Ejército, la Policía y la rama judicial se articularon para hacer frente a la amenaza extorsiva de estas bandas criminales contra las empresas de transporte público, lo cual derivó en el desmantelamiento de las células que perpetraron los atentados.
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